Si bien el número de inmigrantes europeos pudo haber sido poco espectacular, desde el punto de vista cualitativo significó un aporte sin igual para el desarrollo económico y educativo del país. A finales del siglo XIX, la gran mayoría de los inmigrantes residentes en el país provenía de países mediterráneos, especialmente Italia y España.
A diferencia de Brasil y Argentina, la República de Chile jamás fué un destino masivo de emigrantes. Esta poca afluencia de europeos se debía principalmente a su particular geografía, el desierto de Atacama, la Cordillera de los Andes y el Océano Pacífico constituían barreras naturales que practicamente aislaban al país, ofreciendo pocos incentivos a los viajeros para arribar espontáneamente a estas costas.
Una de las familias italianas con mas arraigo en Valparaíso es Cambiasso, la cual destaca por haberse establecido en esta localidad y ser parte importante de la base económica de este puerto.